La predisposición genética a padecer enfermedades existe y, lo que es más, ahora se puede identificar con más exactitud. En este artículo te explicamos qué es y las formas de conocerla.
Qué es la predisposición genética a padecer enfermedades
La predisposición genética es aquella probabilidad de padecer enfermedades, o una en concreto, en un individuo. Lo cierto es que, tradicionalmente, este tipo de relaciones se establecían de forma empírica, viendo cómo el fenotipo entre progenitores y descendientes o colaterales tenía elementos comunes.
Y otro tanto sucedía con las enfermedades. Cuando en una familia había una incidencia excepcionalmente alta de enfermedades cardiacas, de diabetes o de cáncer de mama, evidentemente se podía inferir una relación. Lo que sucede es que ahora, con los estudios genéticos, se puede dar una cifra mucho más exacta. Y esto, obviamente, mejora los diagnósticos, pero, también, los posibles tratamientos.
Ahora bien, hemos de dejar bien claro que predisposición no equivale, necesariamente, a padecer la enfermedad. Hay, efectivamente, una probabilidad más alta, pero estas no son enfermedades consideradas congénitas. Es un matiz muy importante, dado que, con hábitos saludables y detección temprana, se podrán reducir las consecuencias y la incidencia.
Las predisposiciones genéticas son, pues, una pauta interesante para conocer cuáles son nuestras condiciones. Obviamente, cuanto antes se hagan los test, mejor, y también podría hacerse en la infancia con supervisión.
Cómo se puede conocer la predisposición genética a padecer enfermedades
Antes de nada, hay que aplicar el sentido común: si en tu familia hay antecedentes de determinadas enfermedades como la diabetes tipo 1, cáncer de mama u ovario o hipertensión, las probabilidades de que las tengas tú aumentan significativamente. Por lo tanto, ahí ya tocaría echar un vistazo si hay patrones hereditarios.
Ahora bien, y esto es muy importante, la predisposición no solo es hereditaria. Y, llegados a este punto, debes saber que la puedes tener por multitud de factores diferentes, Llegados a este punto, convendrá conocerlos bien porque hay muchos de los que quizás no eres consciente.
La solución, en este caso, es la prueba o test genético. Hay que aplicarla sobre el individuo, si se quiere conocer cuál es la predisposición de uno. También existe la posibilidad de hacer un test de compatibilidad genética preventiva, si se tiene intención de tener descendencia. Es fundamental decidir cuál es el laboratorio de confianza que puede adaptarse a lo que buscas y que garantice la trazabilidad.
En cualquier caso, existen varios tipos de pruebas genéticas que nos permiten ver si existe una predisposición genética a padecer enfermedades. Por ejemplo, con un test de marcadores que sirve para tener una referencia. Te contamos cómo hacerlo:
Toma de la muestra
La toma de la muestra puede ser de sangre o saliva, dependiendo del tipo de test y del laboratorio. Aunque en ambos casos debería funcionar perfectamente, si optas por el frotis bucal (saliva), tienes que hacerlo con la suficiente fuerza para que la muestra sea útil. Y, sea como sea, también tienes que comprobar que el envío de la muestra sea seguro y que esta no se degrade.
Marcadores que se van a estudiar
La mayoría de las pruebas de predisposición genética estudian numerosos marcadores. Eso sí, en la mayoría de los casos, se suelen agrupar por tipo de enfermedad. Por ejemplo, determinadas enfermedades infecciosas fúngicas se pueden captar de forma global; sucede lo mismo con distintos tipos de cáncer (17 hereditarios) o infecciones virales. También existen test más genéricos.
Plazo de envío
El plazo de envío es otro de los factores a tener en cuenta, y dependerá del caso. Obviamente, cuanta más urgencia tengas, más te importará el plazo. Hay que señalar que los plazos pueden oscilar entre los 3 días para las más simples hasta las 8 semanas para las más complejas. No obstante, un plazo orientativo aproximado es de entre 4 y 6 semanas para la mayoría de los casos.
Coste de la prueba
El coste de la prueba es otro de los elementos a valorar. Y aquí hemos de decir que los precios varían sustancialmente en función de la complejidad de esta. Por ejemplo, las pruebas más simples cuestan, aproximadamente, 129 euros, mientras que las más costosas ascienden a 900 euros. Es cierto, no obstante, que en los últimos tiempos se han abaratado, y mucho, los precios.
¿Qué hacer si tengo una predisposición genética a enfermedades?
Una predisposición genética no es una condena, esto hay que tenerlo bien claro. Y, cuando se hace esta prueba, hay que plantearla en términos positivos. Dicho esto, hay algunas pautas que puedes seguir para que no tengas mayores problemas:
- Seguimiento médico: la predisposición a tener enfermedades es una luz de alerta que te avisa para tener más cuidado. Y hacer pruebas periódicas médicas para controlar determinadas variables es lo correcto. Esto se aplica para analíticas, pero también para exámenes de rutina. No está de más que compartas esta información con tu médico para que hagáis un seguimiento regular específico, adaptado a esa circunstancia.
- Hábitos saludables: los hábitos saludables siempre son buenos y recomendables, pero aquí toman una dimensión mayor. Evitar el alcohol, hacer ejercicio aeróbico, comer sano o evitar las grasas son elementos que te ayudarán. También, reducir en la medida de lo posible la exposición a factores contaminantes. Todos estos ítems son vitales para que una enfermedad tenga menos probabilidades de manifestarse.
- Adaptar el ritmo de vida: el estrés es una de las mayores enfermedades de nuestro día a día, porque tener los niveles de cortisol anormalmente altos es nocivo para nuestro organismo. Una vida tranquila y feliz o, como mínimo, sin más sobresaltos de los necesarios, igualmente ayudará.
Con todo ello, puedes reducir las probabilidades de tener esas enfermedades, o minimizar sus efectos si las padeces. Y, lo que es más, vivirás con mayor tranquilidad. Aunque no podemos controlar todo al 100 %, sí podemos hacer por mejorar nuestra calidad de vida.
En resumen…
La predisposición genética aporta probabilidades de tener enfermedades, sí, pero al no ser determinante, los factores ambientales cambian. Y, obviamente, cuanto más información tengas, más fácil te resultará tomar decisiones. En Genotica contamos con numerosas pruebas genéticas de multitud de enfermedades, para que compares y compres la que prefieras. ¡Contáctanos para saber más!