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El linfoma folicular es un trastorno del sistema inmunitario común en millones de personas y puede tener origen genético. Esta entrada te explica cuáles son las distintas causas y el posible tratamiento.
El linfoma folicular: principales causas y papel de la genética
Los linfomas foliculares son enfermedades cancerígenas con una baja incidencia, de 5 a 7 personas por cada 100.000 personas. No obstante, y, aunque tiene un índice de supervivencia muy grande, es incurable. De ahí que conocer sus causas sea tan importante.
Lo primero que podemos decir es que, la inmensa mayoría de las veces, el linfoma folicular no es hereditario. Y esto sucede porque esta enfermedad es multifactorial y, en muchas ocasiones, son los factores ambientales los que tienen más importancia sobre la genética.
Los casos del linfoma folicular (también llamado linfoma no Hodgkin), como cáncer centrado en el sistema inmunitario, se pueden dar por varias causas. Eso sí, es fundamental señalar que una gran parte de los casos siguen siendo de origen desconocido porque queda un gran campo a investigar. Dicho esto, sí es cierto que hay grupos con mayor predisposición y que se deben analizar, incluyendo el caso genético.
Por este motivo, es altamente importante conocer por qué se puede desarrollar esta enfermedad. Estas son las principales causas que están identificadas hoy en día que generan un linfoma folicular:
1. Sistema inmunitario débil
El sistema inmunitario débil es una de las principales causas de que, con el tiempo, se desarrolle la enfermedad. Es decir, si ya hay una inmunosupresión previa, las posibilidades de tener esta enfermedad aumentarán. Esto puede suceder por padecer otras enfermedades (VIH o Epstein-Barr son comunes), por tomar determinada medicación, enfermedades autoinmunes (lupus, celiaquismo o Sjögren), infecciones o como consecuencia de trasplantes.
Por lo general, en alguno de estos supuestos, se hace más importante tomar precauciones. No en vano, debemos señalar que aquí es conveniente hacer analíticas con cierta frecuencia para favorecer el diagnóstico precoz.
2. Causas genéticas
Las causas genéticas son varias, pero sí es cierta una cosa: existe mayor incidencia en personas que tienen casos de este linfoma en la familia. Ahora bien, ¿cuáles son los casos que surgen aquí? La principal mutación es una translocación de material genético entre los cromosomas 14 y 18, que generan la problemática. Al final, esta translocación hace que el gen para la proteína BCL2 se sobreexponga y que genere más células linfáticas de las necesarias.
Esta predisposición se puede analizar en ascendientes y descendientes, aunque sí debemos decir que la prevalencia, aun siendo mayor, no es decisiva. Un test genético completo permitiría comprobar si, en tu caso, tienes esta circunstancia. Y, sobre todo, favorecería el diagnóstico precoz y unos hábitos de vida saludables.
3. Edad
Al igual que en otro tipo de trastornos cancerígenos, la edad es también un factor determinante. Por regla general, a partir de los 60 años los casos de este linfoma aumentan sustancialmente, con una diferencia sustancial con otras edades. Esto no excluye que las personas jóvenes lo padezcan, pero, también, se debe tener en cuenta este sesgo.
4. Desarrollo socioeconómico
El nivel de desarrollo socioeconómico puede influir, tangencialmente, en la incidencia del linfoma no Hodgkin. Por lo general, la población más rica tiende a padecerlo más, debido a que tiene una mayor esperanza de vida; sucede, por ejemplo, con la población blanca en Estados Unidos. Conviene revisar este punto, que hasta ahora es estadístico, pero que no por ello es menor.
5. Género
Aunque las mujeres y los hombres pueden padecer este linfoma, es ligeramente superior en los hombres. No obstante, también hay que poner en relación puntos como la edad, la predisposición o las propias enfermedades que se padezcan. De todas formas, sí es verdad que en los varones este fenómeno es más frecuente.
6. Exposición a agentes externos
La exposición a agentes externos es otro de los elementos que pueden influir en la mayor incidencia de esta enfermedad. Por un lado, la exposición a agentes químicos tóxicos, común en ciertos trabajos agrícolas e industriales; especial atención hay que prestar a los herbicidas e insecticidas. Otra posibilidad es la exposición a la contaminación atmosférica que, en alta cantidad, también influiría en el desarrollo de la dolencia.
Cómo minimizar las probabilidades de tener linfoma folicular
Como hemos dicho al principio, esta enfermedad tiene dos problemas: en primer lugar, que muchos casos son, aún, de causa desconocida y, el segundo, que es una enfermedad que no tiene cura. Si bien se puede sobrellevar como enfermedad crónica con una esperanza de vida alta, conviene tener claras ambos aspectos.
No obstante, sí que existen algunas acciones que contribuyen a la detección precoz, esencial para una mejor calidad de vida, y para reducir las probabilidades de que se dé. Destacamos estas:
- Test genético: un test genético, sobre todo si tienes antecedentes familiares, puede captar si tú tienes el fenómeno de translocación que se da en estos casos. Comprobarlo sirve para descartar esta vía o para saber que existe la posibilidad de que se dé y, así, tomar medidas antes. De todas maneras, puede servir para tener una mejor calidad de vida.
- Reducir la exposición a agentes tóxicos: la contaminación ambiental y, más concretamente, la exposición a agentes tóxicos como los herbicidas e insecticidas, aumenta las posibilidades de que tengas este problema. Evidentemente, vivir en el campo y libre de la contaminación ayudará, aunque no siempre es posible.
- Hábitos de vida saludables: a veces, esta enfermedad puede derivar de otras y aumentar sus probabilidades. Por esta razón, todo lo que implique hacer ejercicio con suficiente frecuencia, una dieta equilibrada y que cuide sus hábitos de sueño, reducirá las posibilidades de desarrollar la enfermedad. Los estudios están avanzando en este aspecto, dando más información.
En consecuencia, si tienes en cuenta todos estos aspectos, será más difícil, bien padecer la enfermedad, bien sufrir las peores consecuencias.
En resumen…
El linfoma folicular es una enfermedad que raramente tiene origen genético, pero cabe esa posibilidad. Si quieres salir de dudas, lo mejor es hacer un test genético. En Genotica encontrarás todas las pruebas disponibles, así como los precios, forma de extracción y tiempos de entrega, para que compares con garantías. ¡Consulta y elige la que necesitas!